Un broche de oro para acabar el año. En estas memorias de infancia el autor, como es evidente, rememora su niñez durante los años posteriores a la PGM. Nada hay en esta lectura que sea extremadamente original, sin embargo atrapa el cómo lo dice: las magníficas descripciones y las diversas anécdotas sobre su familia, sus travesuras, la escuela, la iglesia y las enfermedades. Todo ello adoptando un tono que sin dejar de ser realista tampoco llega a idealizarlo del todo pero desdramatiza toda situación proclive a ello como la ausencia de padre o las estrecheces económicas. En resumen, una novela deliciosa que no es muy extensa y que además se puede leer por capítulos separadamente. Gran reedición, sí señor.
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