Indudablemente lo mejor de esta novelita es el título con el que me siento totalmente identificada: leo sin control y sin café no soy persona, así que, según la autora debo de ser completamente feliz…hasta que me descubrí engañada por tan magnífica y parisina portada. Aquí va el argumento: Diane está sumida en una grave depresión desde el fallecimiento de su marido Colin y su hija Clara. A pesar de los esfuerzos de su socio Félix no consigue salir de casa ni trabajar. En un momento dado decide irse a Irlanda a olvidar, allí aparecerá Edward, un fotógrafo bastante antipático con el que Diane no simpatiza en el primer momento…, y así entre irlandeses acogedores, pintas de Guinness en un pub, encuentros y desencuentros con el vecino borde la protagonista se va recuperando. Repleta de tópicos es sumamente fácil de leer y de olvidar, personajes de cartón, paisajes estereotipados, situaciones de culebrón y diálogos planos. Si alguien desea verificar lo que opino, mejor sacarla de la biblioteca y corroborar mis impresiones que comprarla. Mención aparte merece comentar que la autora, después de haber mandado el manuscrito a varias editoriales, se autoeditó en Amazon consiguiendo un gran éxito de ventas y su edición el papel. Definitivamente, me gusta más esta historia que la contada en el libro.
Había visto más comentarios en el mismo sentido: que lo mejor es el título. Un título que hizo que unas cuantas personas «picaran». Afortunadamente al ver los comentarios no caí en la trampa.
Un abrazo
Ana: pues eso, libro prescindible
Lo único bueno, efectivamente, es el título. ¡Qué tontería de novelita sentimentaloide con pretensiones!
Ana María: espero que a pesar de haberlo leído no te lo hayas comprado…