Una madre un poco despistada, con ideas de bombero que acaba de divorciarse y, por lo tanto, que acaba de empezar a vivir su vida. Sus tres hijos tampoco andan muy centrados: Fer, el narrador acaba de ser abandonado por su novio; Emma tras un drama personal presenta a su novia Olga a la familia y Silvia, la que tiene más éxito laboral, tampoco está en su mejor momento personal. Amalia, la madre, está feliz porque por fin ha conseguido reunir a su familia en Nochevieja. A ellos se añade el tío Eduardo que también tiene una personalidad llamativa. Y este argumento que es lo más parecido a una jaula de grillos resulta que está estupendamente bien contado, la madre descrita aquí despierta ternura aunque a veces irrite con sus salidas de tono y, sobre todo, está ahí apoyando a su prole. Se mezcla aquí, además, el humor con el sentimiento de un modo sumamente eficaz, lo que hace una lectura ágil. me ha ocurrido lo contrario que me pasó con el libro anterior: argumento que no me interesa para nada pero narración estupenda.
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