Louisiana, principios del s. XIX donde la esclavitud es un hecho cotidiano que poca gente se plantea. Moinette es mulata y vive con su madre, ambas se dedican al lavado de ropa hasta que la joven es requerida para atender a Céphaline, hija intelectual de la familia que la posee. Moinette es lista, escucha y habla poco, incluso aprende a leer y se plantea arduas preguntas científicas. La novela narra toda su vida, desde cómo es vendida en dos ocasiones más hasta cómo intenta escapar o comprar su libertad. A pesar de algunas (pocas) escenas truculentas – es evidente que ser de la propiedad de un amo implica un “derecho de pernada”- y de poseer un estilo bastante elíptico, la historia posee bastante interés y se sigue muy bien. También puede adscribirse al género histórico ya que describe una época en la que Louisiana acababa de dejar de ser francesa para convertirse en estado americano, de ahí el abundante vocabulario criollo que, gracias a la editorial, aparece glosado al final del volumen.
UN MILLÓN DE RUISEÑORES, Susan Straight (Malpaso)
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