A priori un tema de lo más banal, en un colegio la profesora detecta a un niño “especial” y decide derivarlo a la psicóloga del centro para que efectúe un diagnóstico. A través de varias voces la de Guille, el niño, la de Manuel, su padre y las de la maestra y la orientadora sabemos que su madre está ausente y que dicha ausencia pesa infinito tanto al hijo como al padre. Poco a poco el misterio se va desvelando. He de decir que el autor tiene un mérito infinito al no caer en lo melodramático y no cruzar la línea tan fina que separa lo conmovedor de lo cursi. Mérito también al elaborar una escritura de muy fácil lectura. Y el mérito supremo que demuestra que este libro merece ser leído es que una , que es inasequible al desaliento lector, ha decidido leer cinco páginas claves de esta novela en una clase de lengua 2º de ESO un viernes por la tarde. Y ha habido silencio, ha habido atención y al finalizar me han preguntado:¿cómo acaba? ; ¿hay película de esto?. Si este público normalmente hipercrítico y poco complaciente muestra interés es que la historia está bien contada y merece la pena. Yo la recomendaría para absolutamente todos los públicos.
Pues no sé la razón, pero me hice con el libro recién salido de «fábrica» pero me da como pereza leerlo, supongo que le llegará el momento, porque soy muy de Palomas…
Un abrazo
Es sumamente fácil te gustará, además varios niveles de lectura.hoy mi alumnado expectante a ver qué había pasado con la historia
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