Mauro, Jorge, Roberto, Valvanera, Lourdes y Cecilia fueron un grupo de compañeros inseparables mientras cursaban la carrera de Bellas Artes a finales de los ochenta. La vida ha hecho que algunos truinfen en el mundo del arte y que otros, como Mauro, casado con Isabel , regenten una modesta tienda de pinturas. A través de Jorge que vive en París y es un gran galerista todos se ponen de acuerdo en pasar un fin de semana en Saint- Rémy, pueblecito de la Provenza donde Valvanera con su marido francés regenta un hotel con encanto (y con estrella Michelín). Allí van cargados de sueños rotos, de rencores y de revelaciones varias que configuran el grueso del relato. Se trata del tiempo que va pasando, de las expectativas que no se han cumplido y de los fracasos sentimentales.
He de decir que a mí esta autora siempre me ha gustado muchísimo y que he leído con agrado sus producciones. Sin embargo, esta que acabo de terminar me ha decepcionado tanto como La importancia de las cosas (2009). ¿La razón?; pues que he leído algo así como una revista femenina pero con un poco de literatura. No es que sea yo muy aficionada a este tipo de publicaciones pero aquí lo que veo es moda: descripción de todos los modelitos de los personajes y consejos sobre un buen fondo de armario; gastronomía: recetas sobre lo que comen; consejos de vida en pareja: del tipo “como superar una ruptura sentimental”; sobre los hijos: las madres superprotectoras; decoración: «Les Liserons» (hotel con encanto) , belleza: trucos para estar bien con más de cuarenta años etc… Todo ello aderezado con un tono de lo «políticamente correcto” que me espanta. Espero que el siguiente sea mejor.