A modo de una saga familiar como los Buddenbrook se nos narra aquí la historia de tres generaciones de judíos europeos. Comienza la saga con David que emigra a Alemania donde,a pesar de seguir con el comercio familiar, consigue hacerse un hueco entre la burguesía berlinesa y sacia su sed de conocimiento rabínico. Georg es su hijo, en su juventud alocada se opone a sus padres, es mal estudiante e incluso se casa con una gentil, pero triunfa en su profesión de medico. Cuando Hitler asciende al poder puede escapar a Nueva York con sus padres, allí intenta recomenzar su vida siguiendo un dicho alemán: “Gelt verloren, nichts verloren. Mut verloren, alles verloren”[Dinero perdido, nada se ha perdido. Coraje perdido, todo se ha perdido]. A su hijo Yegor le cuesta mucho adaptarse a sistema americano ya que persiste en su condición de ario y rechaza todo tipo de acercamiento a la gente que se le acerca con buena voluntad. Novela de casi 550 páginas ordenada de modo cronológico que merece la pena ser leída aunque en principio puede asustar por su grosor. Por un lado por la descripción de los ambientes y de los personajes secundarios tan pintorescos que pululan sus páginas y, por otro, por el acierto con el que se describen los sentimientos que nos puedan parecer lejanos por la época en la que ha sido escrita (1943), no lo son tanto.
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