Nora enviuda a la edad de cuarenta y seis años y debe continuar su vida para completar la educación de sus cuatro hijos. Como vive en una ciudad pequeña en Irlanda todo el mundo opina lo que debería o no debería hacer además de visitarla constantemente para expresar su pésame y sugerir actividades. Ella a veces se rebela y otras se resigna puesto que no le queda más remedio. Cada capítulo es un trozo de vida en el que se describen las relaciones familiares con hijos y hermanas, la vida laboral y la política de principios de los 70 que es donde se sitúa temporalmente esta historia. Aunque se lee bien y es agradable le falta algo para ser una historia redonda, el personaje parece vagar por el libro un poco desnortado, como es lógico. Lo que más se me ha quedado es lo que mequetrefe que era hace más de cuarenta años la gente y que ahora no ha cambiado mucho, parece ser. En definitiva, bien pero no ha completado mis expectativas.
Me ha gustado tanto como «Brooklyn»: las dos son novelas que cuentan vidas normales, con sus alegrías y fracasos, pero creando unos tipos humanos inolvidables.
A mí me gustó mucho más Brooklyn