Fragmentos de vidas que podemos ver el el telediario o leer en los periódicos cada día. Aquí se nos describen a varias familias que habitan en un barrio de Madrid, gente trabajadora y honrada a la que la cris golpea en mayor o menor medida. Aparecen situaciones muy dramáticas como los desahucios y otras menos, como bajadas de sueldos y amenazas de perder el trabajo. Sin embargo, sin caer en el sentimentalismo, la escritora llega a tres conclusiones con las que estoy completamente de acuerdo: primero que nuestros abuelos vivieron crisis más duras que las de ahora (véase la época de lea posguerra); segundo que la familia es la que sostiene y apoya en momentos de penuria económica y, por último, que la gente sabe ser generosa y sacar lo mejor de sí misma cuando ve miseria alrededor. Novela de gente corriente, constituida por personajes que podrían ser nuestros vecinos o parientes.
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