Esta semana los premios literarios, especialmente el Nobel de Literatura, dan que hablar. Dejemos claro que dichos galardones siempre despiertan cierta polémica: a los científicos les conoce poca gente pero el Nóbel de la paz no siempre recoge aplausos unánimes. A mí siempre me han servido para leer a escritores que de otra manera jamás hubieran llegado a mis manos (Herta Müller o Wisława Szymborska)por pura ignorancia o por no disponer de traducciones de dichos autores. También es útil para conversar distendidamente sobre el asunto que trae de cabeza a mucha gente “A ti, que eres tan culta, ¿qué te parece que Vargas Llosa tenga un affaire con Isabel Preysler?” (ahí me repuesta diplomática es que un hombre de letras es lo que le faltaba en el currículum de dicha señora).
Ahora corren ríos de tinta sobre la decisión de otorgar a Bob Dylan el premio Nobel de literatura 2016 y, como siempre hay opiniones para todos los gustos. Unos dicen que es una afrenta a la literatura, que el apocalipsis se avecina y de aquí a que demos el Nobel a una miss no queda nada. Otros, sin embargo, definen al cantautor como poeta y se confiesan rendidos admiradores de sus canciones. Yo confieso mi falta de cultura musical, aunque sí que conocía vagamente a este cantante como a otros iconos de la música (esto lo achaco a una cultura general). Sin embargo, podemos preguntarnos si un cantante no es un poeta. ¿Cómo comienza la literatura? de modo oral, son los rapsodas griegos, los juglares y trovadores medievales los que atrapan a la audiencia con sus historias. Posteriormente pasamos al escrito. ¿Es un poeta alguien paupérrimo que no vende sus versos y cuyos libros polvorientos languidecen en la estanterías? y ¿por qué no podemos encontrarnos con un cantautor con miles de fans y seguidores que se emocionan con sus letras?. Si vemos que la suma Poeta + cantante =escritor, entonces, el premio tiene sentido. Ahora bien habría que leer sus letras (in English, please!!) lo que yo todavía no he hecho. Si esta polémica sirve para que los lectores se vuelquen en otros premios relean a los que “de verdad» se lo merecían, bienvenido sea (también se dio una gran polémica cuando lo recibió Steinbeck). Mi postura, en definitiva, es un why not?
Esta semana tengo que explicar en 2º de ESO la rima asonante/consonante y para ello utilizaré un rap (lo mismo que hice para colocar tildes) sugerido por un alumno. Quizá no pertenezcan al canon literario pero para motivar al adolescente medio, me valen.
Esta noche, además, Dolores Redondo ha recibido el Planeta (600.000€), me alegro infinitamente por su cuenta corriente. Las librerías estarán plagadas de su novela y en Navidades se regalará, quizás se lea, quizás no pero como el objetivo de este humilde blog es hacer que la gente lea, no creo que vaya a ser una joya, pero seguro que entretiene.
Los premios literarios nunca serán del todo justos, seguro que hay escritores menos mediocres que los merecen, pero, en general, la vida no es justa y si sirve para hablar de literatura… yo siempre me apunto.