Escrito en 1958 por uno de nuestros más insignes escritores, relata la vida de Lorenzo, el protagonista de Diario de un cazador (1955) cuando decide emigrar a Chile con su esposa Anita. Día a día y con un habla que se nos hace un poco extraña al lector actual, Lorenzo va consignando todas sus angustias y expectativas de la aventura americana. Para el emigrante hay momentos duros y otros que no lo son tanto, hacen sonreír la perplejidades idiomáticas, la nostalgia y sus ansias de seguir cazando, como hacía en su Castilla natal. Leerlo es como viajar a los años 50, como ver Cine de Barrio una tarde de sábado lluviosa. Animo a releer a estos escritores que a veces parecen ahogados ante tanta novedad editorial.
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