Una nueva entrega de las venturas de los guardias civiles: Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro. Esta vez el crimen es contra uno de los suyos destinado en Afaganistán. Como de costumbre Lorenzo Silva se las arregla para hacer de un tema algo escabroso un episodio para todos los públicos con los comentarios y reflexiones llenas de sentido común de nuestro protagonista, que ya es subteniente. Un poco enrevesado es, a mi modesto entender, la descripción de todos los mandos militares de la base militar adonde acuden para investigar un asesinato. Confieso que me he perdido, quizá por ignorancia, entre los militares, los del CNI y los de la benemérita (eso que este año tengo un cuartel enfrente de mi trabajo), pero no importa mucho para seguir el hilo de la intriga y sirve para que los ajenos al mundo castrense no nos quejemos de burocracia. Por lo demás es un déjà lu que no sobresalta a los seguidores de la saga aunque a veces parece un publirreportaje dedicado a las Fuerzas Armadas y sus acciones en el extranjero. Entretiene pero no arrebata.
DONDE LOS ESCORPIONES, Lorenzo Silva (destino)
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