Sicilia, finales de los cuarenta y principios de los cincuenta. la autora rememora su infancia en Mosé, una casa de campo. Allí los niños ven a los campesinos cosechar, a los animales hacer su vida y entre excursión y excursión disfrutan de la vida del campo. Lo que viene a ser para el españolito medio un nada glamouroso «ir al pueblo». Además de los recuerdos de infancia y escenas costumbristas esta historia va de los recuerdos ligados al gusto y a la cocina. Comen habitualmente los productos de temporada de la huerta y además su madre y su tía preparaban dulces con mucha frecuencia. Al final hay un recetario (no muy preciso en cuanto a tiempos de cocción) en el que se explican cada uno de los platos comentados. Agradable de leer, sin sobresaltos hace de la infancia un lugar idílico. Por supuesto que sería muy apropiado para «un plato, un libro» porque se trata de un relato que habla de los sabores de la infancia. También he intentado pasárselo a mi marido que solamente lee libros de cocina, receta a receta como si fueran novelas. Podemos estar leyendo , cada uno enfrascado en lo suyo y yo comentar sobresaltada por un asesino despiadado o por una falta gramatical pavorosa: «!Qué fuerte!. Y él apostillar «¡lo mío es peor!, en este libro cometen la herejía culinaria de echar harina a la salsa de tomate..un crimen». Huelga decir que cuando le he sugerido leerle en voz alta alguno de los párrafos de este libro ha declinado la invitación.
UNAS GOTAS DE ACEITE, S.Agnello Hornby (Gatopardo)
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