Hélène se muda a París a finales de los noventa para especializarse en arqueología. Allí se aloja en un pequeño estudio cedido por su tío abuelo, Daniel, escritor famoso de una saga juvenil donde narraba las historias de un aventurero por distintas partes del mundo. Entre descubrir un París propio de Amélie, enamorarse de Guillaume, compañero de estudios fascinado por la obra de su tío abuelo y estudiar algo; la protagonista va a descubrir que su tío fue un refugiado judío además de un enorme secreto de familia. La portada del libro da idea de dónde se puede leer, en la bañera, porque resulta tan fácil de leer como de olvidar y si se moja un poco no pasa nada. Se deja leer pero no creo que deje un poso indeleble en un memoria lectora
LOS VIAJES DE DANIEL ASCHER, Déborah Lévy-Bertherat (Alevosí)
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