El tema, enunciado globalmente sería «la familia». El narrador (escritor en ciernes) entierra primero a sus abuelos, a los que está unido por una infancia compartida. Asiste atónito a su vejez y deterioro físico y cognitivo. Sus padres se jubilan y tras la perplejidad de verse sin trabajo pasan por una crisis matrimonial. El autor también comienza una vida en pareja y es padre. Así que todas las relaciones familiares englobadas en un relato que es interrumpido por breves disquisiciones sobre recuerdos de personas famosas (o anónimas). No acaba de ser redonda esta historia pero, indiscutiblemente, es agradable de leer y creo que se puede prestar al comentario en grupos de lectura porque daría mucho de sí. La estructura es un tanto caótica y hay pasajes que uno no se acaba de creer, junto con destellos fantásticos como es el de tomar como consejero sentimental al empleado aburrido de la gasolinera del autopista. Un notable bajo, eso sí.
LOS RECUERDOS, David Foenkinos (Seix Barral)
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