De nuevo nos adentramos en el terreno de la no-ficción, esta vez ambientada en Méjico a principios de los años 2000. Allí, en el 20005 , Florence Cassez (francesa) y su novio Israel Vallarta (mejicano) son apresados por la policía des país azteca por haber, presuntamente, secuestrado a varias personas. EL arresto es televisado a toda la nación, los secuestradores torturados y enviados a la cárcel a la espera de un juicio (¿justo?). Esto desencadenó un largo incidente diplomático entre los presidentes de la época de los dos países: Calderón y Sarkozy. El uno clamando la independencia de sus jueces y el otro reclamando la inocencia de la ciudadana gala y su traspaso a una cárcel francesa. Bien está que nos fijemos en hechos reales pero, ¿hace falta tanta maraña de datos judiciales y extrajudiciales? ; ¿tanta repetición de momentos, de personajes, de pensamientos, de opiniones, de entrevistas frustradas o conseguidas? Francamente me he alegrado de acabar el libro porque me ha resultado pesadísimo. Ni siquiera se lo recomendaría a un jurista muy apasionado por su profesión para que vea lo mal que lo hacen los mejicanos. Si se trata de no ficción actual recomiendo vivamente El adversario de Carrère al que no le sobra ni una página.