Lena nace en los años 50 en Rusia. Padre mayor, madre casada por tercera vez, antigua combatiente, profesora de anatomía, mujer práctica y profundamente comunista vive y hace crecer a su familia en Leningrado en condiciones materiales sumamente duras. Lena cuenta su vida escolar y universitaria, cómo se conocieron sus padres, la burocracia interminable, los gestos cotidianos, la ropa, el discurso marxista y altamente ideologizado y, sobre todo, el ambiente opresivo de murmuraciones. Todo ello hace que cansada de fingir decida abrirse una puerta al mundo: su hermanastra Marina, para disgusto de su madre, decide hacerse actriz, pero Lena escoge estudiar inglés, la lengua de los opresores capitalistas para salir de Rusia. Nada que no haya leído antes, pero aquí la historia se narra de modo ágil y sin grandes tremendismos. Estoy deseando conseguir la segunda parte, en inglés Russian Tatoo, en la que la autora explica cómo fue su llegada y adaptación a los USA.
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