Bella Winter es una joven un tanto desnortada. Joven, con padre ausente y madre no excesivamente cariñosa, se va a vivir fuera de casa y se empareja con un tal Stephen que no la trata muy bien. Abandona a Stephen y se acuesta una noche con un hombre de color con resultas de una preciosa niñita a la que en el hospital llaman Marline pero que Bella, en su originalidad dice llamarla Tommy, que le pega más. Y estos mimbres que podrían darnos una novela violenta en grado sumo pero resulta que Bella encuentra gente que le ayuda: una mujer de nombre Mary que posee un atienda de antigüedades (un rastro, más bien) la contrata y allí puede vivir. Luego se hace amiga íntima de Gertrude, una hermosa y elegante mujer que le invita a su casa y le presenta a su exquisito marido: marchante de arte… y cuando una piensa que con frases como esta “Sabía que estaban preocupados por mí; de hecho yo también estaba preocupada por mí, a medida que mi matrimonio inhóspito se deterioraba, también lo hacía muy salud” (p.240) ya ha valido la pena el libro, de repente la historia amable y costumbrista da un giro espectacular. Curioso libro, curiosa vida y agradable de leer.
EL ENEBRO, Barbara Comyns (Alba)
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