El autor es periodista y durante un par de años estuvo viviendo en Bahréin. Lo primero, es situar en un mapa dónde se sitúa la isla: en el golfo Pérsico, cerca de Arabia Saudí, aunque por esos pagos lo denominan Golfo Arábigo. Nos cuenta aquí sus experiencias en semejante secarral aburrido insistiendo, sobre todo, en que su gobierno es totalmente autoritario y que no admite ninguna disidencia. Entre denuncia política y charlas con disidentes, va pintando el calor insoportable, la vida del expatriado, la mezcla de razas y la vida cotidiana de ese país insular, al que, personalmente, no tengo ninguna gana de ir. Muchísimo mejores las crónicas de Ander Izaguirre, autor citado al final de este ensayo que no me ha resultado tan atractivo como anuncia la contraportada.
UNA DACHA EN EL GOLFO, Emilio Sánchez Mediavilla (Anagrama)
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