Tercer libro sobre la Primera Guerra Mundial que leo en varios meses. Tras ver el punto de vista inglés (Testamento de juventud) y francés (El olor del bosque) pasamos a los belgas, cuyo país fue arrasado en esta contienda. El autor, en una autoficción bastante contenida, refleja el diario de su abuelo Urbain Martien, nacido a finales del XIX . Tras una infancia medieval, acudió a una escuela militar, trabajó en varias fábricas y pasó su juventud en las trincheras luchando contra los alemanes , fue herido y condecorado. Su padre era pintor y de ahí la afición que nunca abandonó a Urbain que siempre se dedicó a este arte, pero sin pasar de ser un aficionado. Se retrata aquí la vida de los padres del soldado, su miseria en la infancia, su saberse sobreponer a las dificultades por un lado y su tomar la vida como llega, por otro. Gran historia por su forma de ser narrada en la que enganchan hasta las cruentas batallas y los ejercicios de nostalgia cuando el autor/narrador acude a los lugares importantes de la biografía de su abuelo. Intensa, sobria y muy bien narrada.
GUERRA Y TREMENTINA, Stefan Hertmans (Anagrama)
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