En ocasiones hay libros que desafían porque cuesta entenderlos, pero una vez metido en el discurso, se disfrutan, por ejemplo Proust. Otras veces lo que resulta intenso es lo que cuentan, son lecturas que marcan, que son como puñetazos en el estómago, uno no las olvida aunque le hayan resultado desagradables. Aquí ni lo uno ni lo otro. Monólogo complejo, sin ningún signo de puntuación sobre las relaciones tormentosas entre una madre pagada de sí misma y egocéntrica y un hijo en silla de ruedas y filósofo. A ambos «seres de luz» se les une una auxiliar geriátrica que asesina a sus clientes y alguno de ellos con una vida de lo más desagradable. Lectura cuesta arriba, tremenda, difícil de entender y encima con todo un catálogo de enfermedades psiquiátricas descritas. Clarito queda que de momento no me voy a dejar tentar por esta autora.
LOS DICHOS DE UN IDIOTA, Linda Lê (Akal)
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