Novela sueca de gran éxito que repite los temas de la novela nórdica pero ambientadas en la fecha del título, es decir a finales del s. XVIII y con la Revolución Francesa de fondo. Estamos en Estocolmo. No se trata de una cuidad pulcra y ordenada como la que se presenta actualmente, sino una ciudad caótica con una aristocracia corrupta y un pueblo miserable que malvive en las diferentes islas. Un cadáver tremendamente mutilado aparece en un pantano y es Mickel Cradell un guardia manco y veterano de la guerra el que lo encuentra. Por una serie de azares se topa con Cecil Winge, un abogado delicado de salud que se empeña en descubrir al asesino. Nos sumergimos entonces en varias historias paralelas y escenarios compuestos de sórdidas cárceles, iglesias lideradas por clérigos borrachos, tabernas repletas de timadores sin escrúpulos o un burdel regentado por una madame ambiciosa. Como es convencional en el género, el asesino será descubierto, un rayo de esperanza aparece al final de la historia no sin antes describir escenas muy truculentas y achacar a una infancia dura todos los males del mundo. En definitiva, policiaco nórdico que engancha y horroriza apartes iguales.