Archivo de la categoría: Para lectores avezados
LA CASA DE LOS VEINTE MIL LIBROS, Sasha Abramsky (Periférica)
La casa de los veinte mil libros (o más) es la del abuelo del autor, Chimen Abramsky. Nacido en 1916 y con un padre rabino, la familia tuvo que huir de Rusia y se instaló en Londres. A pesar de no haber podido licenciarse en la universidad por cuestiones históricas (le pilló la SGM cuando estaba en la universidad hebrea de vacaciones en Inglaterra y no pudo volver) , Chimen fue primero comunista convencido y luego un gran erudito sobre la historia del judaísmo en sus más variopintos vertientes. Como para mantener a la familia tenía una librería, su gran pasión consistió en recopilar libros antiguos además de manuscritos e invitar a sus amigos y conocidos a su casa de Hillway donde su esposa preparaba suculentos platos. A medida que se describen las estancias, el narrador va contando la biografía de su abuelo así como sus numerosas y complejas investigaciones. La idea es buenísima a priori pero resulta bastante difícil seguir el hilo del pensamiento del protagonista. Las partes más ágiles son aquellas que se refieren a la vida cotidiana y las más complicadas son aquellas en las que se detallan sus investigaciones. A pesar de las anotaciones a pie de página yo hubiera agradecido un glosario al final. Para lectores con gran nivel académico deseosos de saber algo más sobre el mundo judío.
TRISTAM SHANDY, Laurence Sterne (Alfaguara)
El moderador de una de las reuniones literarias a las que asisto comentó que este curso iba a tratar de clásicos. Cuando lo oí pensé para mis adentros que esto estaba chupado, que seguro que los conocía todos y que para mí serían relecturas. Como de costumbre y cada vez que mi cabeza se embala con certezas este pensamiento supuso un gran error ya que este clásico de las letras inglesas en la traducción de Javier Marías ni me sonaba. Todo ello ha supuesto un gran baño de humildad para mí, que presumo de cultura literaria y erudición ante hordas de adolescentes sumidos en una supina ignorancia de la que mis compañeros y yo intentamos sacarles. Para el que no sepa de qué va el libro, le diré que se trata de una miscelánea “humorística” (de estas que a quien le haga gracia se morirá de la risa pero a mí no me ha hecho ninguna) repleta de digresiones sobre aventuras de toda índole así como reflexiones filosóficas. El autor/narrador cuenta su vida y la de sus parientes con episodios chuscos; unos, un poco gruesos (pero nunca tanto como lo haría un español, que para eso el autor es británico); otros anticlericales y otros repletos de aventuras que a mí se me han antojado semejantes a los patrios chistes de Jaimito. He de confesar que tras dedicarle unos ratos de lectura en diagonal y de desesperarme con él no he podido adentrarme en el verdadero sentido del texto, es más, sospecho que leído en fragmentos y con explicaciones mejora la comprensión. Para lectores mucho más sabios que yo y con muchas ganas de adentrarse en una novela altamente compleja.