La narradora se prostituye en un cibercafé para mantener a sus padres y a su hermana, a la que han arrebatado a sus hijos. Toda la historia podría resumirse en: salimos del bloque, vamos al cibercafé, a veces nos atacan los policías, a veces no, vivimos con terror de ser arrestados, no tenemos apenas para comer. La atmósfera es opresiva y desagradable (el tema es lo que tiene). Lo más interesante, además de los hispanismos que requieren la utilización frecuente del diccionario, es el ritmo interno y musical de la narración. Se trata de capítulos no muy largos que describen los sentimientos angustiosos de la narradora a través de frases breves y de una especie de estribillo que recuerda el gran número de armas utilizado por las fuerzas policiales. Interesante lectura, pero no para todos los públicos.
FUERZAS ESPECIALES, Diamela Eltit (Periférica)
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