Escrita a finales del s. XIX (1896) esta novela se sitúa en Marineda, lugar ficticio pero que refleja La Coruña. Allí vive Don Mauro Pareja, afianzado en su soltería y encantado de no compartir su vida más que con una excelente ama de llaves. Se viste, come y almuerza, trabaja como arquitecto (un poco) y acude al casino para enterase de todos los chismorreos. Allí escucha las desconsoladas vicisitudes de don Benicio Neira un viudo con poco carácter pero con muchas bocas que alimentar. Por hacerle un favor y por distraerse acude a su casa donde conoce a las hermosas Rosa y Argos y donde discute con la extravagante Feta (diminutivo de Fe): Poco a poco la familia le va envolviendo en sus asuntos amorosos y de deudas. Es sobre todo la última de las hermanas aquí citada que decide estudiar y llevar una vida independiente desde el punto de vista intelectual el que la vuelve loco. En una de sus discusiones afirma:
“Todas las novedades que la bullen a V. en esa cabecita revolucionaria… serán muy buenas en otros países de Europa o del Nuevo Mundo; lo serán tal vez aquí en mil novecientos ochenta; lo que es ahora… ¡desdichada de V. si se obstina en ir contra la corriente! (p.193)
Doña Emilia no podía ser más moderna ni más clarividente. La historia acaba con mucha acción y con mucho convencionalismo buen pensante a pesar la vida personal tan poco convencional de la escritora. A pesar de un lenguaje que une un tanto decimonónico, la lectura de esta autora siempre es recomendable.