La narradora, Lea, es profesora en una escuela en Canadá. Cuando fallece su adorada abuela decide emprender un viaje a sus orígenes y se embarca en un periplo por Turquía y Siria. Allí llega a la ciudad de dónde procede su abuela Rose y más allá a Alepo, donde vivía su hermano gemelo. Se retrata aquí el genocidio armenio, la angustia del superviviente, la emigración y los sentimientos de los descendientes: verdugos y víctimas. Lectura breve, intensa y a la vez contenida que retoma un viaje sentimental a través de la vida familiar y recuerda, de paso , el genocidio armenio que no ha sido tan abordado por la literatura como otras tragedias.
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PROTEGE A TUS HIJAS, Diana Tutton (Alba/rara avis)
Novela publicada en Inglaterra en 1953 y que, gracias a la colección Rara avis de Alba editorial, tenemos el placer de poderla leer. Las cinco hermanas Harvey viven en una mansión rural y húmeda. Su padre es escritor exitoso de novelas policiacas y su madre parece bastante delicada de salud. Morgan es la narradora y cuenta su cotidianidad, sus visitas al pueblo y, sobre todo, la rutina de las hermanas educadas en casa y con tareas domésticas que realizar. La mayor, ya está casada y viene de vez en cuando de visita. Teresa es la pequeña y su formación preocupa a sus hermanas mayores. Cressida es la más hogareña y Thisbe afirma que será poeta. Cuando hay algún chico despistado con el coche averiado por la zona le invitan a tomar el té en su peculiar cuarto de estar y no siempre sale muy contento el futuro pretendiente. El fin de la novela acaba con el tono ligero y humorístico que podía llevar a pensar que es una lectura ligera, también hay momentos dramáticos. Una mezcla de las extravagantes Mitford y la familia de Gerald Durrell con toques dramáticos que pueden ser herencia de las Brönte.
LA HIEDRA, Grazia Deledda (Cátedra)
Autora poco difundida en España a pesar de haber ganado el premio Nobel en 1926. Ahora tenemos mayor acceso a su obra ya que muchas editoriales han empezado a reeditarla. Como gran parte de sus novelas La hiedra transcurre en la agreste Cerdeña de principios del s. XX. Una familia noble empobrecida, los Decherchi lucha por salir adelante. El hijo de la familia, Paulu, se dedica a pedir préstamos para poder sobrevivir y no tener que vender su casa. Dos viejos habitan también en la casa, Ziu Simone cuyo lema es : Deja pasar treinta días cada mes y ziu Zua, inválido , enfermo y gruñón del que todos esperan heredar algo. Annessa fue acogida cuando era pequeña y se quedó sola en el mundo, atiende a la familia con fervor y, ¡cómo no!, está enamorada de Paulu. Tras un terrible acontecimiento huye de la casa y el sentimiento de culpa la hace sumamente infeliz. Historia desgarradora, con los sentimientos meridionales a flor de piel que ha dado mucho de sí en un debate encendido en el que hemos podido degustar un menú italiano: embutidos, polpettone y tiramisú. Como siempre mi marido/chef a los fogones y yo misma a animar la tertulia, que no hace mucha falta porque los comensales son excelentes alumnos dispuestos a aportar todo tipo de opiniones reflexivas y de gran nivel.
EL ANCHO MUNDO, Pierre Lemaître (Salamandra)
La familia Pelletier es francesa y afincada en Beirut. Louis Pelletier posee una fábrica de jabones y su mujer le ayuda con las cuentas, son burgueses acomodados con varios hijos. El mayor, llamado cariñosamente Bouboule, Jean ha intentado infructuosamente ocuparse de la empresa pero ha fracasado. Con Geneviève, su esposa, van a vivir a París donde intenta conseguir un puesto de comercial. Gracias a sus padres, que le consiguen un coche, es contratado por una empresa y allá va en el 1946 por los caminos provincianos de Francia rural. Es un personaje que da bastante pena, todo va mal. Étienne trabaja como contable, enamorado de un legionario que guerrea en Indochina es mutado a Saigón para conseguir encontrarse con él. Desgraciadamente nunca se encontrará con su amor, lo que sí descubrirá en una gran corrupción. François desea ser periodista, así que se las arregla para ir a París diciendo a su familia que se matricula en la universidad. Conseguirá llegar a ser periodista de sucesos. Por fin la pequeña, Hélène con dieciocho años es apasionada de la fotografía gracias a un profesor del colegio al que también le apasiona su alumna. Con todos estos mimbres la historia se entremezcla, se lanza adquiere ritmo con asesinatos, chantajes, intrigas etc… y también una vuelta a personajes anteriores de Lemaître. ¿Continuará? Tiene toda la pinta.
RECURSOS HUMANOS, Antonio Ortuño (Anagrama)
<!– wp:paragraph –><p>Gabriel Lynch es un modesto empleado de una gran empresa que se odia a sí mismo y odia su trabajo. Cono afirma: <em>un resentido sólo pide trabajo por dos razones: para que no se lo den y quejarse o para que se lo den y quejarse más</em> (p.19) y a eso se dedica toda la novela. Primero, odiando con toda su alama aun superior, Constantino, agraciado por la familia y por la fortuna que, cómo no, es el inmediato superior de Gabriel. Luego, acosando y acostándose con algunas de sus compañeras, no tanto por lascivia o amor, sino por separarlas de sus maridos. La historia va <em>in crescendo</em>, con ascensos, descensos en el mundo laboral y bombas y tiros que cada vez se desmadran más. Es con estos ejemplos que, pese a mis intentos y esfuerzos que la novela hispanoamericana no se encuentra entre mis lecturas favoritas. </p>
<!– /wp:paragraph –>
EL INGENUO SALVAJE, David Storey (Impedimenta)
Arthur Machin es un obrero en una fábrica que consigue entrar en el equipo de rugby de la ciudad y, gracias a ello, consigue dinero y cierta notoriedad en local. Es lo que se puede pensar de un jugador de rugby: grande, deslavazado y con escaso cerebro. También resulta sumamente torpe en sus relaciones familiares y amorosas. Se aloja en casa de la señora Hammon, una viuda que le alquila una habitación por un módico precio , y sus relaciones, aunque estrechas, resultan decepcionantes. Choca con todos los ambientes sociales: Weaver, el dueño del equipo y potentado local le invita a alguna fiesta pero sus borracheras y salidas de tono resultan legendarias; sus padres tampoco saben cómo comunicarse con él. Novela áspera y gris en la que cuesta empatizar con los personajes y con la dura vida en la ciudad minera.
LA MAESTRA Y LA BESTIA, Imma Monsó (Anagrama)
No soy muy objetiva con esta autora, he leído toda su bibliografía y siempre, como lo hace esta vez, me atrapa. La historia es compleja en sí pero llevada con maestría, como siempre. A principios de los años 60 una joven maestra, Severina, se desplaza a Dusa, un pueblo en el Pirineo catalán bastante aislado. Con ese destino ella quiere cumplir tres sueños: tocar la nieve, tener casa propia y ser de un pueblo. No todos se cumplen en un ambiente tan cerrado como el de Dusa donde los chismorreos sobre la joven, siempre ensimismada, sonriente pero tímida y, encima amiga de Simeón, apodado «la Bestia», no hacen que los habitantes del pueblo se encariñen con ella. La guerra civil y la militancia antifranquista también forman parte de la historia, aunque siempre desde la visión algo ensoñadora de la maestra. Se retraza asimismo su vida anterior como hija única, escolarizada en casa y con unos progenitores amorosos pero bastante herméticos respecto a sus vidas profesionales. Su mirada ante el mundo es a menudo atónita pero siempre reflexiva y coherente, no hay grandes acontecimientos ni sobresaltos (alguno sí) pero la narrativa se sostiene de modo admirable con citas que retomo:
Una con la que no puedo sentirme más identificada:
La otra actividad que practicaba con avidez era la lectura. Desde siempre, leía de forma compulsiva, casi enfermiza. «Como dice tu padre, una palabra vale más que mil imágenes», decía Simona. Y aunque nunca oyó a su padre decir tal cosa, lo cierto es que predicaba con el ejemplo: las palabras, nunca las malgastaba. También la madre estaba marcada a fuego por la importancia que concedía a la palabra escrita. Lo atribuía a su educación republicana, en un tiempo en que el analfabetismo era casi la norma. Decía frases solemnes como, por ejemplo, «Leer nos hace grandes» o «Leer nos preserva de la podredumbre». O frases pragmáticas, como por ejemplo: «Leer es gratis», porque lo cierto es que en casa tenían poco más de un centenar de libros y siempre releían los mismos. También se atrevía con pronósticos personalizados: «Leer te hará libre, sabia, rica y feliz», le decía a su hija. De modo que cualquier pedazo de texto actuaba como un imán irresistible para la futura maestra de Dusa. A Severina le daba lo mismo un libro gordo que la pizarra de un bar con los platos del día. Si veía una hoja en el suelo, un anuncio[…] (p.10-11)
y otra que refleja perfectamente la actitud de la protagonista ante el mundo:
“¿Estás bien?», preguntó Justa. No, no estaba bien. «Sabiendo lo que ahora sé sobre la capacidad que tenemos los humanos para hacernos daño, no se me ocurre cómo podría volver a ser feliz ni un solo instante», dijo. «¡No seas boba!» Justa le apretó la mano afectuosamente y dijo: «Entre mantener los ojos abiertos todo el tiempo y mirar solo hacia dentro como te gusta, encontrarás el término medio». Severina se acordaría siempre de estas palabras y pasaría muchos años buscando el término medio. Allá adonde iba, no hacía otra cosa que buscarlo. A veces lo hallaba, pero en cuanto se despistaba un poco, ya había volado. El término medio.” (p. 285)
UN TAL CANGREJO, Guillermo Aguirre (Sexto piso)
Un tal cangrejo o Grejo es un chaval de barrio que crece en los años ochenta y que paseando a su perro va encontrándose con lo mejorcito de cada casa. Primero son los cigarros y luego pasa a temas más fuertes. Sus padres están separados, él vive en Barcelona y ella es profesora. Va creciendo y cuando le toca inaugurar la ESO acude de la escuela de barrio al instituto, allí es donde comienza la debacle: inasistencias repetidas a clase, hurtos, violencia y convertirse el líder de la banda (un paréntesis: la enseñanza pública queda bastante denostada). A pesar de los esfuerzos de su madre y el cambio de centro, para su mayoría de edad ya ha dejado los estudios y trabaja en bar donde se hace bastante dinero, y no precisamente poniendo cañas. En casa hace lo que desea, es agresivo y no hay mujer que él desee que no se atenga a sus deseos. Lectura violenta plagada de palabrotas y escenas de violencia muy explícita. Sin embargo, le escritura hace que una se crea este descenso a los infiernos porque el protagonista, hay que admitirlo, no es feliz. La elección de esta lectura ha venido motivada por el escenario, todo ocurre en la ciudad en donde vivo y más concretamente en mi barrio. Así que no puedo evitar salir al parque y mirar a hurtadillas porque si me encontrara con Grejo y su pandilla al lado de mi casa huiría despavorida.
ATLAS DE GEOGRAFÍA HUMANA, Almudena Grandes (Tusquets)
Cuatro mujeres componen la plantilla de una editorial que se ha embarcado en un proyecto de distribuir por fascículos un Atlas. Mientras el trabajo sigue su curso cuatro voces van narrando sus biografías personales, su la vida laboral, familiar y/o amorosa. Fran es la jefa del proyecto: hija del dueño de la empresa estudió filosofía y está casada con Martín, el abogado que conoció en una asamblea en al universidad. Todo parece ir bien pero se siente insatisfecha, por lo que está acudiendo al psicoanalista. Marisa se dedica a la informática. Tartamudea un poco y es muy tímida, vive sola desde el fallecimiento de sus padres, viaja por su cuenta y lamenta profundamente esa soledad a la que las circunstancias le han abocado. Ana tiene una hija adolescente, Amanda, que se ha ido a Paris a vivir con su padre. Este es pintor y Ana lo conoció cuando él impartía clases de dibujo en su instituto. Por fin, Rosa está casada y con dos hijos, parece una situación estable pero elle no está satisfecha tampoco, una visita a Lucerna para hacer unas fotos hará que cambie la perspectiva sobre su vida. En resumen, ninguna se siente a gusto con lo que le ha tocado en suerte.
Lectura por un lado buena, tratándose de Almudena Grandes que es una estupenda narradora, personajes bien construidos narración ágil. Por otro lado, a mí personalmente me sobra tanta descripción detallada de los lances amorosos (me encanta esta frase de Camen de Mérimée en la que entiende todo sin entrar en detalles como ejemplo de la elipsis: “Pasamos juntos todo el día, comiendo, bebiendo y lo demás). Escrita en el año 1998 no sé si ha envejecido mal. Me parece extraño que no haya móviles y sí contestadores automáticos, que el dinero sea en pesetas, que los faxes estén a la orden del día y los ordenadores en pañales. Curioso porque cuando una lee un clásico no se extraña de las cartas deminónicas.
HISTORIA DE UNA TRENZA, Anne Tyler (Lumen)
Como es costumbre en la autora leemos aquí historias de familias sin grandes historias particulares pero que bien contadas resultan gratas y creíbles. Estamos en el año 2010 y Serena acaba de conocer a los padres de su novio James. Al volver, encuentra en la estación a su primo y James. Este, que posee una amplia familia que se relaciona estrechamente, no entiende la distancia mostrada entre los parientes de Serena. Esto da pie para narrar su saga familiar. Como si de un álbum familiar se tratara, la primera foto es de unas vacaciones en un lago en 1959 cuando ya se adivina que su abuela Mercy era una artista; su abuelo Robin un hombre volcado en el trabajo de la ferretería; su tía Alice la responsable; su madre, Lily bastante alocada; y su tío, David, el benjamin, completamente ajeno al núcleo familiar desde los siete años. Siguen pasando las décadas y los hijos se casan, se divorcian, tienen hijos, organizan fiestas y viven su vida laboral, unos más cerca y otros mas lejos de sus padres. Mercy decide dedicarse menos a la casa y más a la pintura, dejando a Robin un tanto descolocado. Magistral la pintura de una familia normal, como puede ser la de cualquiera con sus comentarios en voz baja sobre unos y otros. La metáfora de la trenza alude a la imposibilidad de deshacerse de los lazos familiares. Para un rato confortante de psicología casera, que no simple.