Harriet y David se conocen en una fiesta de empresa y enseguida conectan, más que nada que en la época de la revolución sexual deciden casarse y formar una gran familia ante el estupor de sus parientes. Al principio todo parece ir bien, los embarazos se suceden y cuatro niños preciosos corretean por la enorme casa victoriana. Sin embargo, como anuncia el título, el quinto hijo, Ben, no es como los otros: violento, sin empatía, con un cierto retraso en todo, hace que la familia se disperse y caos aun gran sufrimiento a sus padres. Breve pero muy intensa.
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