Este es el escenario: última semana de clase en 2º de ESO. Finaliza el primer trimestre. Alumnado agotado y compañeros sádicos que deciden poner OCHO exámenes esa semana…salvo la de lengua que como está un poco pirada y lee mucho (algunos creen que demasiado) decide leer en voz alta el último premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. La profesora se acuerda de Daniel Pennac en Como una novela (1992) cuando su venerado autor narra cómo leía en voz alta «gratis» y los alumnos le escuchaban, encantados. La profe no las tiene todas consigo porque son muchos años de aula y sabe que las teorías pedagógicas están bien en los libros pero que el ambiente es frágil en la ESO y cualquier mínimo inconveniente puede hacer estallar un motín. También piensa que lo de Pennac era para franceses cultos y que el colectivo que tiene enfrente son del otro lado de los Pirineos y no parece que la cultura (salvo la deportiva y futbolística) sea una de sus prioridades.
Saca el libro. Primero distribuye la primera hoja fotocopiada, algo no del todo legal, pero todos la leen y parece que se enganchan porque «se entiende». Y quieren saber lo que pasa después, y aparece el volumen de entre todos los papeles. Se da la inevitable pregunta»¿hay dibujos?» , pues hay pocos. Comienza lectura en voz alta, nos vamos metiendo en la vida de Guille, María y Nazia, y además Mary Poppins que aparece mucho pero no se sabe para qué. La polifonía no causa mayores problemas. Llega la siguiente hora: «hoy leerás, ¿no?», «bueno si me da tiempo». Uno que no ha estado en clase anterior comenta despechado «¡qué rollo!»otro le rebate «!pues no está tan mal». La clase calla, la clase dibuja a los personajes en silencio, el que ha decidido que jamás se aprenderá las metáforas porque «se le da mal» comenta en voz alta «a ver si María a ser Mary Poppins». El que andaba un poco tristón sonríe, a alguna chica se le escapa una lagrimilla. Unas afirman que se lo van a pedir al «Olentzero» (papá Noel local). La profe sigue leyendo, mira por el rabillo del ojo al grupo. Ve a unos completamente enganchados a la historia, a otros enredando con lápices y papeles, como queriendo dar a entender que no va con ellos pero con el oído puesto, porque en el fondo hay cierto interés. La profe es perfectamente consciente que para algunos es una especie de descanso, que otros dirán que «no han hecho nada» pero sabe que es un regalo, un modo de enganchar a la lectura y que es un milagro tener a una clase de la ESO en silencio, concentrada. La semana corre veloz, la profe no sabe si le va a dar tiempo a acabarlo.
El último día no hay clase de lengua, pero como en los cuentos, sale al rescate I., que comparte aula con ella y a modo de hada madrina resuelve el problema. Solo quedan dos capítulos. Pedimos un rato a A. que es el de mates y se la da encantado. Reacciones en el patio :» ¡qué mal acaba!»; «por poco lloro»»y el siguiente ¿cuál es?» eso digo yo … ¿cuál?. Se aceptan sugerencias.
Gracias a Alejandro Palomas, has triunfado con el público más difícil, 2º F te lo agradece.
Me lo apunto. ¿Tienes más libros «mágicos»?
Del mismo estilo «La lección de August» o «El curioso incidente del perro a medianoche» . Estoy tentada con el «Lazarillo» o «La estepa Infinita» … seguiré informando